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Safia Tânia Baumann

Safia destacados:
• Bailarina, profesora de danza y directora de Porto Alegre Companhia de Dança, con sede en Brasil.
• Graduada en ballet clásico con perfeccionamiento durante dos años en la Escuela Estatal de Ballet Clásico de Kiev, ex-Unión Soviética.
• Actuación en el Ballet Nacional de Cuba y Ballet de Camagüey durante dos años.
• Estudió danza moderna en Nueva York en Trisha Brown Company y Movement Research.
• Creadora de Biostretch, un sistema que integra técnicas de educación somática y de danza.

Safia empezó sus estudios en la escuela João Luiz Rolla, en Porto Alegre, por indicación de su ortopedista, quien sugirió la práctica del ballet para ajustar la posición de sus pies hacia adentro. Poco a poco, lo que comenzó como una obligación se convirtió en una gran pasión. La niña se convirtió en un estudiante aplicada que cada año ganaba premios de asistencia en la escuela, un regalo que el Maestro Rolla ofrecía a sus estudiantes más dedicados. Tânia recuerda que el tiempo de convivencia y la admiración que sentía por Rolla y el entusiasmo que el maestro transmitía por el arte de la danza influirían de manera fundamental en el desarrollo de su futura carrera como bailarina.

Safia se graduó en 1982, con la mejor cualificación del año en los exámenes finales. La bailarina recién graduada decidió entonces conocer a otros maestros en su ciudad, como Tony Seitz Petzhold y Walter Arias, a través de quienes tuvo su primer contacto con el método Vaganova, la escuela rusa de ballet. Durante un tiempo, bailó en algunas compañías de danza locales y empezó a dar clases para niños.

Cuando terminó la escuela secundaria, solo pensaba en bailar y viajar por el mundo y estaba dispuesta a ir en busca de sus sueños. Empacó sus maletas y con el pleno apoyo de sus padres, se mudó a la ciudad de Rio de Janeiro, donde intentaría profundizar sus estudios en ballet. Allí  asistió a clases diarias en la famosa escuela de Eugenia Feodorova y también se convirtió en alumna de Flavio Sampaio en la escuela de baile de Nora Esteves. Ese tiempo pasado en Rio, en sus palabras, fue inspirador. Safia cuenta que pudo asistir a importantes compañías internacionales de danza en el Teatro Municipal y eso la animó a buscar formas de continuar sus estudios en el exterior. Su mayor deseo era conocer la escuela rusa de donde surgieron nombres como Rudolf Nureyev y Mikhail Baryshnikov, exponentes del mundo del ballet que ya había tenido la oportunidad de ver en el escenario.

A fines de 1988, Safia recibió una beca para complementar sus estudios en la Escuela Estatal de Ballet Clásico de Kiev, Ucrania. Allí recibió a lo largo de dos años clases diarias de ballet, actuación, danza folclórica, repertorio y pas de deux, además de clases de ruso y música. Durante este período, con todo el apoyo que se daba a los estudiantes de danza en la antigua URSS, tuvo la oportunidad de profundizar en el método Vaganova, frecuentar a teatros en Kiev, San Petersburgo y Moscú y ver grandes montajes del repertorio de ballet. Fue, como ella reconoce, una oportunidad única de vivir en un país con un sistema político diferente y distintos valores; y que tenía un lugar especial para el arte y la cultura. Fue, además de todo, una experiencia de vida extraordinaria.

Regresó a Brasil en 1990 y ya en 1993 se embarcó hacia Cuba para continuar su desarrollo profesional. Sus pasos por el Ballet de Camagüey y el Ballet Nacional de Cuba le permitieron aprender sobre las adaptaciones del método Vaganova que desarolló en la escuela de ballet cubano. Fueron dos años de intenso contacto con otros artistas cubanos de diferentes áreas: pintores, escultores, músicos, directores de teatro y aficionados al cine, dice Tânia.

Esa experiencia inauguraría una nueva etapa en su carrera artística, ampliando sus horizontes en la danza. Cuando regresó a Brasil, sintió el deseo de expandir su baile más allá del repertorio del ballet y experimentar nuevos desafíos como bailarina. Empezaba a buscar nuevas posibilidades de expresión. Luego se unió a la Companhia Terpsí Teatro de Dança, donde permanecería hasta 2007. En esa compañía, participó en diversos espectáculos, además de coordinar diferentes proyectos y actuar como profesora de ballet. Allí dio, literalmente, sus primeros pasos en un mundo diferente al del ballet clásico y fue además una oportunidad única para desarrollar sus habilidades como intérprete, más allá de hadas, campesinas, cisnes y princesas.

En 1997 recibió una beca de CAPES – Coordinación para el Mejoramiento del Personal de Educación Superior, en la primera edición del proyecto APARTES. Una acción innovadora conjunta del Ministerio de Educación y del Ministerio de Cultura permitió crear este programa que ofrecía becas en el extranjero para jóvenes artistas brasileños. Safia estudió danza moderna, durante un año en Nueva York en Trisha Brown Company y en Movement Research. En ese período, además de especializarse en danza, tuvo la oportunidade de hacer sus primeras experiencias con diferentes técnicas de educación somática.

En 2000, fue invitada a participar, junto con otros bailarines y exponentes de la música de Rio Grande do Sul, en el espectáculo creado especialmente para representar a este estado en la Expo 2000 en Hannover, Alemania.

Simultáneamente a su desarrollo profesional como bailarina, Safia siguió actuando como profesora de danza, tanto para adultos como para niños, incluso en proyectos sociales. Recuerda con cariño el año 2004, cuando era maestra de baile para niños en los suburbios de Porto Alegre en el marco del Proyecto de Descentralización de la Cultura de la Ciudad de Porto Alegre. En ese momento estudiaba Letras en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul – UFRGS, donde se graduaría en 2013 y en la que desarrolló otra pasión que la acompañó desde la infancia, la literatura.

Fue durante sus estudios en la carrera de Letras, más precisamente en 2005, que surgió un nuevo desafío que la obligó a interrumpir su curso durante un año. Safia fue invitada a actuar en una compañía de danza no como bailarina, sino detrás de escena. Fue a vivir en Salvador, contratada como asistente de coreografía en la Compañía de Ballet del Teatro Castro Alves, en Bahia, en la que desarrolló tareas de coordinación de equipos técnicos en espectáculos locales y en Alemania durante la gira de la Compañía.  Fue una etapa de gran aprendizaje y una experiencia transformadora. Safia también desempeñó la función de ensayadora y maestra. Al mismo tiempo, sostuvo su rotina de ejercicios diarios, siempre buscando nuevas técnicas para mantener su condición física. Fue entonces cuando conoció Gyrotonic, una técnica corporal creada por el bailarín rumano Juliu Horvat. Se enamoró del método e hizo entrenamiento como instructora. Desde entonces, ha trabajado como terapeuta corporal, no solo con bailarines, sino con diferentes personas interesadas en el desarrollo físico.

En 2007 y en el marco de su último proyecto dentro de Companhia Terpsí, realizó otra capacitación, ésta vez como Educadora en el Teatro Escola Brincante, dirigida por Antônio Nóbrega. En este momento ya participaba en un movimiento en la ciudad de Porto Alegre, que demandaba el surgimiento de una Compañía de Danza de la ciudad, un viejo sueño de la comunidad.

Ese mismo año, junto a personalidades del medio artístico y cultural de la ciudad, creó PORTO ALEGRE CIA DE DANÇA, que debutó en marzo de 2008 en el Theatro São Pedro. Fue invitada a ser directora de la compañía en reconocimiento a su carrera y su experiencia internacional.

Actualmente, Safia continúa bailando y dirige PORTO ALEGRE CIA DE DANÇA y al mismo tiempo se dedica también al desarrollo de diferentes proyectos educativos que ofrecen talleres y clases de baile, tanto para bailarines como para principiantes.

Safia es la creadora de Biostretch, un sistema de ejercicios inspirado en la educación somática, también ha realizado sesiones de conciencia corporal individuales y grupales en diferentes paíse como Chile, Alemania, Noruega y Brasil, así como en retiros de meditación, una práctica que ha desarrollado a lo largo de los años.